domingo, 2 de septiembre de 2012

BIKER'S CAKE



Nada mejor para la vuelta de las vacaciones que encender el horno para una gran celebración. 

Mejor aún si el destinatario del pastel es alguien a quien quieres muy mucho ¿no? 

Pues eso, que recién aterrizadita de mis vacaciones y de mi parón reposteril, me esperaba la grata tarea de preparar el pastel (los pasteles, que fueron 3 ya los iré enseñando) para la fiesta sorpresa que le organizaban a mi hermano, que ha cumplido ni mas ni menos que 50 añitos. Eso de tener un hermano de 50 años parece divertido pero no lo es tanto, mas bien impone, más que nada pq. se cae en la cuenta de que ya no se es tan niña...en fin, a parte de ese pequeña nimiedad, hacer este pastel ha sido genial porque lo hemos hecho a dúo con mi hermana, que disfrutó de lo lindo trabajando con el fondant. 

De nuevo tengo que pedir disculpas por las fotos, siempre pienso que las haré mañana con mejor luz y estilismo y luego me pilla el toro...de este año no pasa que le ponga remedio. Os pongo a todos por testigos...

Como el cincuentón receptor del pastel es un amante de la mountain bike, elegir la temática fue fácil, el muñequito "biker" es de Playmobil o un "magiclick" como le llamó al ver la tarta, supongo que es un termino de aquellos lejanos 70, cuando jugaba con ellos, yo no lo había escuchado en la vida, en mi época eran los clicks de Famobil. 

Vamos ya con lo dulce no? 

El bizcocho es de una receta de Sugar Mur, suelo usarlos mucho cuando hago pasteles en fondant ya que aguantan muy bien el peso y no son mazacotes. 

Hice tres tandas de bizcochos, es decir tres bizcochos de 18 cms y tres de 15 cms. 

Los almibaré generosamente, y los rellené con mermelada de fresa y un ganache de chocolate blanco que compre en una tiendecita gourmet  en una de esas compras impulso y del cual no recuerdo el nombre y no conservé el frasco, solo sé que era delicioso. 

Cubrí la tarta con una capa de buttercream simple, la deje enfriar en la nevera como 4 horas y la cubrí con algo mas de 1 kilo de fondant blanco, en este caso marca Regalize, no porque sea la mejor, pero era la que tenia en casa,  la teñí con el color verde Kelly de Wilton, procuré no trabajarlo en exceso para no igualar  el color, buscaba un efecto un poco irregular, como la hierba. 

Para cubrir la tarta hice algo que no había hecho nunca, y me funcionó, puse la tarta boca abajo sobre el fondant y le dí la vuelta a la tabla sobre la que lo trabajo (es algo así como una escribanía pero para repostería) Para eso se necesitan nervios de acero y 4 manos, si no mejor no arriesgarse. 

Luego solo quedaba jugar a fabricar los detallitos, las flores, el caminito, setas, hierbajos y caracolillos...

Nos quedo un pastel muy chulo que sorprendió y gusto a todos y de eso se trataba no? 

¡Objetivo conseguido!






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